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Cómo viajar a Londres por libre sin perderte ni un detalle
Al hablar de Londres a todos se nos viene a la mente la silueta del Big Ben, los carteles luminosos de Picadilly Circus, un atardecer a orillas del Támesis o una mañana de domingo paseando por Hyde Park. Pero más allá de nombres y lugares, la capital de Gran Bretaña es una sensación: la de estar en una ciudad capaz de ir marcando tendencia sin perder ni un ápice de su esencia más tradicional.
Apartamentos y hoteles en Londres: establece tu campamento base en la ciudad
No vamos a descubrirte nada nuevo si te decimos que no es lo mismo un viaje de fin de semana que aprovechar todos los días de vacaciones para visitar esta fantástica ciudad. Sucede en Londres y sucede con todos los destinos del mundo. Pero la ventaja de visitar la capital británica es que aquí tienes planes durante todo el año y adaptados a todo tipo de estancias. Lo primero que debes hacer en cuanto hayas comprado los billetes de avión es buscarte un alojamiento en hotel.es porque las ofertas vuelan. Londres no es precisamente una ciudad barata. Pero si planeas tu viaje con algo de tiempo y te pasas por nuestra web, seguro que encuentras una alternativa hecha a la medida de tu presupuesto.
Un poco de orientación para viajeros despistados
¿Vas perdido y no sabes por dónde empezar tu aventura? Lo ideal sería que reservaras tu habitación cerca de alguna de las principales estaciones de la ciudad y te hicieras cuanto antes con la tarjeta de metro Oyster Card, la forma más sencilla y económica de moverte por Londres. Esto te ahorrará mucho tiempo y dinero a la hora de salir a callejear, con independencia de los días que vayas a dedicarle a la urbe. Tienes hoteles estupendos en el área de Victoria Station tales como el Hutton Hotel o The Z Hotel. Dos opciones modernas y con tarifas ajustadas.
Si viajas sólo y no quieres dejarte el presupuesto en alojamiento o si viajas con un grupo de amigos y queréis ahorraros unos euros en la estancia, otra opción interesante en la zona es la de los dorms: habitaciones compartidas como las del Astor Hostel Victoria, en un ambiente genial para conocer a otros viajeros. Más hacia el centro, en la zona de St. Paul, Tate Modern o el Big Ben, los precios se elevan, pero a cambio podrás moverte a pie por una ciudad en la que los desplazamientos son largos.
Alojarse en lugares como Soho o Picadilly implica estar en el centro del meollo. Sin embargo, las comodidades se pagan. Si te va más el equilibrio entre actividad, descanso y precios económicos, Candem Town y Notting Hill se presentan como alternativas interesantes, aunque un poco más alejadas del corazón de la urbe. Con todo, son las opciones más asequibles si viajas en familia y te interesa más el alquiler de apartamentos en Londres.
¿Qué puedes hacer gratis en Londres?
Frente a otros gastos elevados como el transporte o un buen almuerzo, culturizarte en Londres puede salirte muy barato. Es más, ¡puede salirte gratis! La mayor parte de sus museos importantes son de acceso libre durante todo el año, salvo que haya alguna exposición temporal que, en cualquier caso, pagarías aparte. El Museo Británico alberga más de 7 millones de piezas traídas de todos los rincones del mundo. Si eres un amante del arte y la historia, solo con esto ya tendrías plan para varios días y sin tener que desplazarte del corazón del corazón de la ciudad. El museo está entre las estaciones de Russell Square, Holborn y Tottenham Court Road, donde se encuentran algunos de los hoteles con más solera de Londres.
Si viajas con niños o no eres muy entusiasta de las antigüedades, es mejor que visites el Museo de Historia Natural, mucho más lúdico y entretenido, donde verás especies animales de lo más variopintas y pasearás bajo enormes esqueletos de dinosaurio. En esta misma línea lúdica pero todavía más interactivo, está el Museo de Ciencias, en el que prácticamente todo se puede tocar. No cierran ningún día de la semana y están el uno al lado del otro, cerca de la parada de South Kensington.
La lista de museos gratuitos en la ciudad es mucho más amplia: la National Gallery, el Tate Modern, el Museum of London… Pero tus planes low cost no tienen por qué reducirse a las visitas culturales. La mejor forma de conocer la ciudad es pateando sus calles y en este sentido, estás de enhorabuena: ¡caminar también es gratis! No te va a costar ni un euro sacarte una foto a los pies del Big Ben, el Parlamento o el monolito de Trafalgar Square. También es gratis ver el cambio de guardia en el Buckingham Palace cada mañana a las 11 y en días alternos, teniendo en cuenta que debes ir con tiempo suficiente para encontrar un buen sitio. O quizás te apetezca sumarte a las rutinas de los londinenses en los mercados de Borough, Portobello, Candem y Notting Hill durante los fines de semana o yendo a dar de comer a las juguetonas ardillas de Hyde Park en cuanto sale un rayito de sol. Y si quieres convertirte en un londoner de pura cepa, no puedes dejar de visitar los estudios de la BBC. A través de su web tienes la oportunidad de reservar entradas gratuitas para asistir a la grabación de sus programas más populares.
Llega el domingo y toca comer roast beef
La tradición culinaria británica no figura entre las más populares del planeta. Pero al César lo que es del César: si hay un lugar del mundo en el que controlan como nadie la carne de vacuno asada al punto, ese es Reino Unido. Como suele suceder, cada país tiene sus tradiciones con respecto al cuándo, el cómo y con quién se degustan determinados platos y el roast beef es el menú familiar que tradicionalmente se come los domingos. A menos que durante tu estancia en la ciudad hayas entablado amistad con una familia que te invite a comer en casa, la otra opción que te queda es pedir mesa en alguno de los restaurantes tradicionales de la capital. Es el caso de Simpson’s in the Strand, uno de los más antiguos de Londres, con más de 170 años de historia a sus espaldas. Está ubicado en el mismo emplazamiento que el teatro y el hotel Savoy, en el barrio de Covent Garden y a orillas del Támesis. El nombre te sonará porque es uno de esos hoteles en Londres que son sinónimo de lujo y exclusividad.
Londres para frikis: paradas obligatorias para amantes de…
Para amantes de la música:cruce peatonal de Abbey Road
Para amantes de la música: tal vez no sea el paso de peatones más transitado del mundo, pero sí es el más fotografiado. El cruce peatonal de Abbey Road es la imagen de portada del disco homónimo de The Beatles. Se encuentra a muy poca distancia de la estación de metro de St John’s Wood y está vigilado 24 horas por una cámara cuya retransmisión puedes seguir en directo a través de Internet. Además, hay un monolito que te indica el lugar exacto en el que debes colocar el objetivo si quieres sacarte una fotografía con el mismo ángulo que la del disco. Eso sí, no es tarea sencilla: no hay semáforo y los coches no paran a menos que tengan que ceder el paso, ¡así que paciencia!
Para amantes del cine:escenas de la saga Harry Potterla película Notting Hillla casa de Bridget JonesMary Poppins
Para amantes del cine: hay infinidad de tours para visitar algunos de los sets de rodaje más famosos de Londres. Pero con un mapa, unas buenas zapatillas y ganas de andar, puedes hacer la excursión por libre siguiendo estas recomendaciones. Muchas de las escenas de la saga Harry Potter se filmaron en la ciudad y te sorprenderá saber que lugares como el ajetreado callejón Diagon o la estación desde la que se coge el Hogwarts Express existen de verdad. El callejón Diagon se rodó en dos emplazamientos muy cerca de Leicester Square: Goodwin’s Court y Cecil Court, a apenas unos metros el uno del otro. En cuanto a la estación de tren, encontrarás en andén 9 ¾ en el interior de King Cross, al lado de una estupenda tienda de recuerdos de la película para que no te vuelvas a casa solo con una foto. Y hablando de fotos, nunca faltan viajeros inmortalizando escenas de la película Notting Hill en el mercado de Portobello, la casa de Bridget Jones en el número 8 de Bedale Street, en Borough Market, o las escalinatas de Saint Paul, donde se rodó la popular escena de la vendedora de pan para las palomas en Mary Poppins. Si este es el tipo de turismo que va contigo, los apartamentos en el barrio de Soho, Westminster y Candem son una muy buena alternativa para disfrutar del Londres más cinematográfico.
Para amantes de lo peculiar:cementerio de animales de Hyde Park
Para amantes de lo peculiar: desde buscar las narices del escultor Rick Buckley por las fachadas del Soho hasta pasear entre tumbas de mascotas en el cementerio de animales de Hyde Park o comprar artilugios de lo más curiosos en la tienda de magia del 7 Charing Cross Underground Arcade, esta ciudad tiene planes para los gustos más singulares. A veces no es necesario seguir ninguna recomendación: esa tienda tan estrafalaria o ese grafitti que te deja sin palabras pueden estar esperándote a la vuelta de cualquier esquina.
De paseo bajo la piel de la ciudad
¿Y si aprovechas estos días para vivir una experiencia en plan película de espías? El subsuelo de “la milla cuadrada” (apodo cariñoso de Londres), también ofrece opciones de ocio para quienes buscan una visita atípica con un toque de misterio, historia y aventura. ¿Habías oído hablar de las War rooms (habitaciones de guerra) y el búnker secreto utilizado por Churchill durante la Segunda Guerra Mundial? En estas estancias, ubicadas a más de tres metros de profundidad, se alojó durante meses el primer ministro británico. Para ello se aprovechó el trazado de la estación de metro de Down Street, en el popular barrio de Mayfair, transformando vías y andenes en las habitaciones y oficinas desde las que habría de decidirse en secreto el futuro de Europa. Algo similar sucede con los túneles perdidos de Euston Station o el búnker de Clapham South. Nadie podría imaginar que una de las zonas con los mejores hoteles en Londres esconde bajo la piel una parte tan relevante de la historia contemporánea.
Alrededor de 20 millones de visitantes se desplazan a Londres cada año, así que no te duermas en los laureles. Si tienes claro que este será tu próximo destino vacacional, ya puedes ir reservando tu hotel en la capital británica. Una vez que tengas resuelto el tema del alojamiento, lo demás es pan comido (o piece of cake, como dicen los British). Más allá de cualquiera de estas recomendaciones, lo más divertido de una visita a Londres es dejarse llevar. Hay tantos rincones curiosos en esta ciudad que tarde o temprano siempre aparece algo que te sorprende. Are you ready?