París, la Ciudad de la Luz y sus rincones más especiales

Si hay una ciudad europea que destaque por su belleza, esa es sin duda París. Foco turístico que atrae a numerosos visitantes año tras año, París es sin duda la ciudad perfecta para disfrutar de unos días repletos de magia en los que no faltarán el arte, la majestuosidad arquitectónica, los enclaves con encanto ni los deliciosos platos tradicionales. Si eso es lo que estás buscando, Lutecia – Ciudad de la Luz, como la bautizaron los romanos, es tu elección perfecta.

Y es que si algo es seguro es que los hoteles en Paris garantizan a todos los viajeros una estancia de cinco estrellas. Al ser una de las ciudades más solicitadas como destino vacacional, en el centro de la capital francesa se encuentran algunos de los mejores apartamentos en París que te permitirán moverte con facilidad por sus calles.

¿Cómo recorrer París?

¿Quién no ha disfrutado viendo imágenes, o ha oído hablar, de la archiconocida Torre Eiffel, el espectacular Museo del Louvre, el encanto del Jardín de las Tullerías, el misterio de la catedral de Notre-Dame, el mítico barrio de Montmartre o la espiritualidad que se esconde en el Sacré-Cœur? El listado de lugares conocidos es prácticamente interminable. Y sin duda, son enclaves imprescindibles en tu viaje a París. El mejor consejo es que recorras la ciudad a pie, en la medida de tus posibilidades.

La perfecta distribución de sus calles simétricas, que invitan a caminar sin riesgo de perderse, te permitirá llegar a multitud de sitios sin tener que usar transporte alguno. De esta forma, podrás descubrir los famosos cafés que pueblan sus calles, disfrutar de la armonía de sus jardines así como de las infinitas e interesantes tiendas que se reparten por toda la ciudad. Eso sí, si hay que desplazarse algo más lejos, como por ejemplo a Montmartre, el metro es la mejor opción, la más económica y rápida.

Una ruta del todo imperdible y, ¡a pie!

Si lo primero que quieres visitar es la Torre Eiffel, te animamos a ir caminando desde el centro de la ciudad. Desde el este de la capital francesa, solo tendrás que seguir el curso del Sena hasta toparte con los jardines Champ de Mars que la rodean. Te recomendamos que prepares unos bocadillos y almuerces allí mismo. No solo ahorrarás dinero, sino que disfrutarás de un entorno espectacular.

No dudes en comprar el pan en una boulangerie que tenga horno propio, pues aunque en París abundan las panaderías, no todas hacen el pan al momento como esperamos. En la Rue Saint-Dominique 112 se localiza la Artisan Boulanger Patissier, una pequeña joya que elabora panes y todo tipo de pasteles a diario. Siguiendo el curso del célebre río, podrás toparte con buena parte del elenco de monumentos y sitios clave que querrás visitar, y que sin duda se encontrarán cercanos a algunos de los mejores hoteles en París.

Rincones especiales obligatorios en tu itinerario

Además de los mencionados, hay otros lugares especiales que no debes pasar por alto si de verdad quieres fundirte con la esencia de París. Aunque para los siguientes, necesitarás usar el metro para moverte, si es que te estás alojando en cualquiera de los hoteles en París centro.

Si eres un amante del arte y la pintura, todos te enviarán al Louvre, pero si el Impresionismo es tu pasión, el Museo Marmottan-Monet te fascinará. Este museo no suele ser de los más frecuentados, ya que se encuentra algo alejado de los principales focos turísticos, por lo que no tendrás que hacer largas colas para entrar. Este centro artístico alberga colecciones permanentes abrumadoras y exhibiciones temporales que te encantarán.

Uno de los barrios que todos quieren frecuentar es el ya mencionado Montmartre, al norte de la ciudad. Y es que allí se asienta el bellísimo Sacré-Cœur y el Moulin Rouge. Se suelen mencionar sus famosas cafeterías, pero entre ellas existen algunas muy especiales que te cautivarán. Especialmente, te recomendamos el Rozell Café en la Rue la Vieuville, donde cocinan las mejores tortitas de París. Sin duda, allí podrás pasar un momento único.

La Terasse de IMA (terraza panorámica del Instituto del Mundo Árabe) es un enclave que no aparece en los mapas turísticos de París y que merece toda tu atención. Se trata de un edificio de gran belleza arquitectónica que regala a los visitantes una de las mejores vistas de la capital francesa, pues desde aquí podrás divisar el Sena, la catedral, la Isla de la Cité y el barrio del Marais.

Viajando con niños

Si viajas en familia, sería una buena idea alojarse en uno de los diversos apartamentos en París. A pesar de lo que se suele pensar, es posible encontrar apartamentos a precios más que razonables en las mejores zonas de la ciudad, como por ejemplo los que se encuentran en la Place de la Bastille. Sin duda, Disneyland París es uno de los reclamos de la ciudad para el público infantil, y podemos asegurarte que gusta tanto a niños como a mayores.

Pero si tus vacaciones tienen un presupuesto más ajustado, tenemos otras propuestas que disfrutarán tanto niños como adultos. En París existen algunos pequeños parques más que interesantes en los que podrás organizar un pícnic siempre que quieras. El Canal Saint Martin, el Bois de Bologne, el parque de Bercy y el idílico jardín Sauvage Saint-Vincent, cerca de Montmartre, son solo algunos de los elegidos por los locales. Solo necesitarás patés, quesos, pan recién hecho y algunas frutas, y tendrás la comida lista mientras tú y los tuyos disfrutáis de un entorno idílico.

Cuándo visitar París

Sin duda alguna, la primavera es el mejor momento para acudir al corazón de Francia. Y es que de esta forma evitarás las altas temperaturas del verano y las bajas que suelen darse en los meses más fríos. Y si quieres recorrer esta ciudad para no perderte ni un detalle, entre los meses de abril y junio encontrarás el momento perfecto para disfrutar de ella como se debe. Con una mayor proporción de días soleados, las agradables temperaturas y la fresca brisa en las mañanas y al atardecer convierten los meses primaverales en los perfectos para dejarte llevar por el encanto de París sin tener que soportar adversidades climatológicas.

Con todo, el mes de diciembre es también una época recomendable para visitar esta ciudad. Y es que París se llena de luces que adornan cada calle, mientras toda la ciudad se empapa del espíritu navideño que encantará particularmente a aquellas familias que viajen con niños pequeños.

Dónde comer en París

Si de algo tiene fama París es de contar con una de las gastronomías más exquisitas y deliciosas de todo el mundo. Los hoteles en París suelen ofrecer excelentes opciones a sus huéspedes. Pero si quieres conocer la auténtica cocina francesa, no dejes de pasarte por algunos de estos locales, pues aunque no son conocidos, sin duda dejarán honda huella en tu paladar.

En la zona de Montmartre, el restaurante Seb’on, situado en la Rue d’Orsel 62, es uno de los pequeños restaurantes que mayor calidad ofrece a sus comensales. Tradicional y no turístico, este bistró sirve una excelente comida tradicional a un precio más que asequible.

Con apariencia lujosa, Le Bouillon Chartier contiene en su carta muchas de las especialidades culinarias francesas a precios razonables.

Si por el contrario buscas algo más especial para disfrutar con tu pareja, existen numerosos locales que te enamorarán. Un buen ejemplo de estos es Le Jardin den Face, situado en Rue des Trois Frères 29. Lo mejor, el entorno en el que se encuentra.

En el Barrio Latino, La Brasserade es otro de nuestros favoritos que no aparece en las guías. Situado en el número 15 de la Rue de la Huchette, su especialidad es la foundue.

Bocados especiales

Sin duda, lo que más te interesará saber es qué pedir en los restaurantes de París. Así que toma buena nota porque no querrás perderte estos platos.

En primer lugar, no te puedes perder sus omelettes. Por mucho que las tortillas te resulten familiares, las omelettes francesas son otro mundo. Rellenas con diferentes ingredientes, en París, las tortillas son mucho más de lo que podrías imaginar. Igualmente, las crêpes son las favoritas de muchos. Y la variedad es ilimitada. No te pierdas los escargotes y la sopa de cebolla (soupe a l’oignon).

Pero si quieres disfrutar de algo insuperable, te recomendamos el pato a la naranja y el pollo al vino. Los patés, las tablas de quesos y su exquisita pasta rellena de carne de ternera o ave son otras de las especialidades que debes pedir cuando te sientes en cualquiera de los restaurantes parisinos. Eso sí, en París la carne se sirve muy poco hecha, así que cuando pidas tu plato, asegúrate de que te la preparan como tú deseas.

Mucho más que simples sándwiches son los croque monsieur y croque madame. Rellenos con jamón, salsa bechamel y queso gratinado (el segundo sándwich lleva también huevo), estos socorridos snacks pueden hacen las veces de plato principal si no quieres ir a un restaurante o prefieres administrar bien tu presupuesto de viaje.

Finalmente, nos queda el postre. Y es que si decides recorrer esta ciudad a pie, ¡las calorías serán lo de menos! Los petits fours te encantarán. Hay muchas variedades, así que tendrás la oportunidad de probar más de un tipo. No olvides pasar por Gosselin, cerca del Louvre, y pedir un pain au chocolat. Y es que tras probar diferentes pastelitos, el pan de chocolate es nuestro favorito.

Disfruta París desde otra perspectiva que se aleje de lo que popularmente se recomienda y déjate sorprender y enamorar por una ciudad que es mucho más que sus emblemas nacionales. Reserva ahora mismo tu hotel en París y prepárate para descubrir una de las ciudades más maravillosas de Europa.