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Sitios para visitar en Málaga de los que nadie te ha hablado

Hay lugares de Málaga que no suelen aparecer en las guías turísticas. Sin embargo, esto no quiere decir que no sean merecedores de una visita, sino todo lo contrario. El ejemplo más claro de ello son los Baños del Carmen.

Los Baños del Carmen se encuentran en la barriada de Pedregalejo, es decir, en la zona este de la ciudad. Se trata de un antiguo balneario frente al mar en el que a principios del siglo XX se permitía el baño mixto de mujeres y hombres. Tras años prácticamente abandonado en los que se convirtió en un icono de la cultura hippie, ha sido rehabilitado por completo y posee un restaurante que organiza asiduamente conciertos al aire libre.

Por otro lado, la Alcazaba de Málaga es un monumento que todos los viajeros conocen. Sin embargo, no sucede lo mismo con el Castillo de Gibralfaro, que se sitúa justo detrás. Para llegar hasta él hay que ascender, aproximadamente, 2 kilómetros, aunque puede hacerse en coche y en autobús. Una vez allí, tanto desde su mirador como desde la cafetería, podrás disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Si quieres tomar una hermosa foto, ve al atardecer.

Seguro que tampoco nadie te ha hablado del Cementerio Inglés de Málaga. Sin embargo, es un Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España. Pero, claro está, no siempre queda bien proponer un cementerio como visita turística. Tanto si te gusta un poco lo místico como si no, te encantará.

Gastronomía malagueña, cuna del pescaíto frito y los espetos de sardinas

Hablar de Málaga es hablar de chiringuitos. Y es que, allá donde vayas, siempre que estés cerca del mar, te vas a topar con unos cuantos. Ubicados a pie de playa, son los establecimientos perfectos para disfrutar de la gastronomía típica de la ciudad.

Dentro de lo que los malagueños denominan „pescaíto frito“ podrás encontrar pulpo, jibia, boquerones (a los malagueños se los conoce coloquialmente con el nombre de este pez), jureles y, prácticamente, cualquier otro tipo de pescado que puedas imaginar salvo aquellos menos frecuentes, que suelen cocinarse a la plancha o a la brasa. Este es el caso, por ejemplo, de las lubinas o los sargos.

Mención especial merece la forma en la que se asa el pescado en Málaga. El exponente más claro son las sardinas. Estas se ensartan en una caña y se colocan sobre una barca llena de arena sobre la que se enciende un fuego. Es lo que se llaman espetos y, aunque pueden parecer fáciles de preparar, requieren de mucha técnica y de años de experiencia. De hecho, los buenos espeteros no abundan y están muy cotizados.

Pero ¿dónde podrás comer estas delicias gastronómicas? Nuestro consejo es que te sumerjas en los barrios alejados del centro histórico. El mejor ejemplo de ello es el tranquilo barrio de Huelin. Aunque no cuenta con demasiados hoteles, sí que aglomera buena parte de la oferta de apartamentos en Málaga. Abarca la playa de San Andrés y la playa de la Misericordia, ambas repletas de chiringuitos que elaboran maravillosamente estas delicias del mar. De igual modo, también puedes ir a las barriadas de Pedregalejo o El Palo, que siguen conservando un encanto de lo más tradicional.

¿Y de postre? Un café con una torta loca, que consiste en dos discos de hojaldre, crema pastelera y glaseado naranja. Este es, sin duda, el dulce malagueño por excelencia. Aunque te parezca increíble, puedes probarla en el lugar en el que se inventó. Se trata del Obrador de Confitería Tejeros, en el céntrico barrio de Fuente Olletas. Por cierto, este es uno de los mejores lugares para encontrar hoteles a buen precio en Málaga. Está bastante cerca del centro histórico pero posee un carácter más residencial y tranquilo.

Principales tradiciones de Málaga

La más destacada de ellas es la Semana Santa. De hecho, se considera la más importante de Andalucía junto a la de Sevilla. Por si no lo sabías, aquí no hay costaleros, sino hombres de trono; al igual que tampoco hay pasos, sino procesiones. La oferta de hoteles en Málaga, sobre todo si se encuentran en el centro histórico, se dispara durante la Semana Santa. Este es el motivo por el que te aconsejamos que, si piensas viajar en esas fechas, reserves con la máxima antelación posible.

Lo mismo sucede durante el carnaval de Málaga. Desde el punto de vista musical, es bastante parecido al de Cádiz, aunque en lugar de chirigotas los malagueños tienen murgas. Mención especial merece, por su lado, una fiesta propia de los barrios y enraizada especialmente en los malagueños de cuna como es el día de la Virgen del Carmen. Todos los barrios con tradición pesquera de Málaga celebran una y preparan una procesión durante el segundo o el tercer domingo de julio, según el caso. De hecho, embarcan a la virgen en una jábega (barca de remo típica malagueña) y la pasean bendiciendo la costa al atardecer.

La última de las tradiciones de Málaga es su feria local. Tiene lugar durante la semana en la que cae el 15 de agosto y se prolonga durante 9 días. Se celebra tanto en el centro histórico como en el Real de la Feria, que se sitúa en el Cortijo de Torres. De hecho, esta es la zona en la que de día podrás dar paseos a caballo, bailar sevillanas en cualquier parte y disfrutar de comida deliciosa a precios más que permisibles.

Propuesta de ocio en Málaga para familias

Málaga es una ciudad perfecta para parejas y familias. En la actualidad, es una de las ciudades con mayor número de museos y galerías de arte de España, y el compromiso de estos con la educación de los más pequeños es innegable. De hecho, tanto el Museo Picasso como el Thyssen y el Pompidou, todos ellos ubicados en pleno centro histórico, proponen diariamente visitas guiadas para niños. Pero, de igual modo, también puedes llevar a tus hijos a recorrer la ciudad en bicicleta. Hay un buen número de kilómetros de carril bici que atraviesan la urbe desde el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, que está en su extremo oeste, hasta El Palo, su barrio más oriental.

También puedes llevar a tus hijos al Museo Aeronáutico del barrio de San Julián, que está junto al aeropuerto, o al MIMMA, es decir, el Museo Interactivo de la Música de Málaga. Y si piensas alquilar un coche, ve con ellos hasta el parque de atracciones Tívoli World, en Benalmádena, al zoológico Bioparc Fuengirola o al Selwo Aventura, en Estepona; ¡se lo pasarán en grande!

Si buscas hoteles en Málaga en los que hospedarte con tu familia, te recomendamos, para mayor comodidad, que reserves cerca del bullicioso centro, en alguno de los barrios de la periferia (Huelin, en concreto), donde el ambiente es más tranquilo. En cambio, si prefieres encontrar un apartamento en Málaga, búscalo en la barriada de Teatinos, junto a la universidad.

Cómo moverse por Málaga

Málaga cuenta con una variada red de transporte público. En estos momentos, el más desarrollado es el autobús urbano, que dispone de líneas que llegan a todos los barrios de la ciudad y los conectan con el centro gracias a la empresa EMT. Por su parte, también gestiona un servicio de metro que va desde la estación de trenes María Zambrano, que se ubica dentro del centro comercial Vialia, hasta Teatinos y el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena. Ese es también el centro neurálgico del servicio de trenes de cercanías de Renfe, que es perfecto para recorrer la costa en dirección Fuengirola o para adentrarse en la provincia rumbo Álora; y el AVE, que conduce a ciudades como Sevilla o Madrid sin paradas intermedias.

¿Cuándo visitar Málaga?

Málaga es una de las ciudades españolas con más días de sol al año. Obviamente, si te apetece broncearte al sol tumbado en la arena, el verano es la época perfecta para planificar tu viaje. Sin duda, los meses de julio y, sobre todo, agosto, son los de mayor afluencia de turistas. Por ello, si prefieres huir de los agobios característicos de la época estival, viaja a Málaga en junio o septiembre. El clima es prácticamente igual de agradable, pero con muchos menos visitantes.

Por su parte, Málaga está preparada para ofrecer diversión y ocio cultural durante todo el año. Por este motivo, no desdeñes la posibilidad de visitarla en primavera con motivo de la Semana Santa, en febrero para disfrutar de su carnaval o en Navidad para quedarte asombrado con su alumbrado festivo.

Tu presupuesto para viajar a Málaga

Málaga no es una ciudad cara ni mucho menos. Como referencia de precios, considera que en los chiringuitos de El Palo es posible disfrutar de un espeto de sardinas acompañado de dos refrescos o cervezas por unos 5 €, aproximadamente. En muchos restaurantes, incluso del centro histórico, es posible comer muy bien, tanto en términos de cantidad como de calidad, por entre 10 € y 20 €. Como consejo ineludible, prueba alguno de los que se sitúan en la plaza de la Marina. Especialmente recomendable es el restaurante Citron y la cafetería Café con Libros, que sirve unos desayunos memorables.

Aunque la oferta de alojamiento es bastante variada y permisible, Málaga cuenta también con hoteles de 5 estrellas ubicados en el centro histórico. En líneas generales, incluyendo el alojamiento, puedes ser suficiente con entre 60 € y 80 € por persona y día.

Visita Málaga y no tardarás en querer volver

En líneas generales, Málaga es una ciudad que no dejará de sorprenderte por su belleza y por su ambiente alegre, amable, gentil y cosmopolita. Tanto que, cuando finalice tu estancia, probablemente quieras volver lo antes posible o mudarte a vivir allí. Así que, si nunca has visitado la capital de la Costa del Sol, no esperes más para reservar tu hotel en Málaga y para planificar tus próximas vacaciones. Será un viaje de los que se recuerdan para siempre.